15 Mayo 2018
La salida de hoy desde Astorga es a las 7.30. Como cada mañana, se nota que hace fresco y se necesita el forro polar y en algún momento echo de menos unos guantes.
En menos de una hora se llega fácilmente a Murias y posteriormente a Santa Catalina de Somoza.
El ritmo de hoy es más bajo, y al llegar al Ganso, a las 3 horas, toca parada. Hidratación, comida, pequeño descanso y crema solar. El tiempo vuelve a ser expléndido a partir de las 9.00h.
Ahora empieza poco a poco una subida. Se avanza, durante al menos un kilómetro, pegado a una valla rellena de cruces formadas con palos, que van dejando los peregrinos.
Al llegar a Rabadal, a los 20 km, decido continuar 6 km más, hasta Foncebadón. Ahora la subida es mucho más pronunciada y mis isquiotibiales me lo recuerdan. Aprovecho el par de fuentes que hay en el camino para remojarme la cabeza. El sol aprieta, se nota que estamos a 1500 metros de altura, y sienta genial.
Al llegar al albergue, exhausto, me como un menú peregrino, sin siquiera ducharme. Hoy, sin duda, toca siesta.
Ultreia.
Et suseia.