Ponferrada-Villafranca del Bierzo

Ayer, a la hora de cenar, compartí mesa en el albergue con Michelle, americana y con Ricardo, brasileño cuarentón que leyó el “Diario do mago” de Paulo Coelho siendo adolescente, con 15 años y quedó prendado del camino. Me enseña la foto que le han hecho en la cruz de ferro, de rodillas mientras coloca su piedra brasileña. Yo les explico por encima la historia del anillo. La encuentran interesante. Me piden la dirección del blog. A Ricardo le envío link por whatsapp, pero a Michelle se la enseño en el móvil y me dice que la recordará.

Vuelvo a coincidir con ella hoy, antes del desayuno, a las seis de la mañana. Se me acerca y me pregunta rápido en la oreja por mi apellido, para encontrar el blog. Parece que anoche se quedó con ganas de leerlo. Luego se da cuenta de su impaciencia y me dice: perdón, primero, buenos días...



Me como unos cereales con plátano, me lavo los dientes e inicio mi marcha a las 6.30h.

En una hora de camino llego a Columbrianos. La etapa es bastante llana, sin dificultades. Mucho mejor para mi rodilla, que esta mañana se ha despertado con alguna molestia. Fuentes nuevas, Camponaraya, Cacabelos... Voy caminando casi todo el rato pensando en el anillo, sin poder quitármelo de la cabeza, a pesar de que, aparentemente, lo llevo en un dedo de la mano derecha.

A la salida de Cacabelos hay una área de descanso y decido parar, para el habituallamiento habitual. Apenas son las diez y tan sólo quedan unos 8 km para llegar a Villafranca del Bierzo, donde tengo previsto dormir.

En menos de un kilómetro está Pieros y a partir de aquí el camino discurre entre viñas. Muy bonito. A las 12 en punto estoy haciendo cola en el albergue municipal. Lo acaban de abrir y hay dos peregrinos delante mío.

Hace días que no os hablo de Pablo. Seguimos en contacto por whatsapp. Ayer, en su último mensaje, de voz, como habitualmente, me comenta que está en Triacastela, mirando el partido del Atleti. Me dice: “Que por cierto, como ahora ya tengo el blog y lo sigo... poca presencia del Pablo”. Me saca ya tres jornadas de ventaja. Este Pablo es... no se como definirlo... es... bueno, en una palabra: vasco, ya me entendeis...

Ultreia.

Et Suseia.